Alguna vez me dijeron:
- Cuando seas mamá vas a entender.
- Aprovecha para dormir porque después no vas a poder.
- A partir de ahora vas a vivir con miedo.
- No más tiempo exclusivo para vos ni gastos para tus cosas.
- El parto es el mayor dolor que un ser humano puede soportar.
Hoy siendo mamá, si me encontrara con alguien que está en la dulce espera no le diría ninguna de estas sentencias.
Tal vez elegiría compartir:
- la plenitud que me invade al sentir su alegría.
- la ternura que brota incesantemente.
- la hermosura de nuestras manifestaciones corporales en los reencuentros.
- su olor único que guardaría en un frasquito.
- la genuina conexión emocional que actúa como catalizador continuo.
- el surgimiento de una forma de amar incondicionalmente.
- el aumento de mi capacidad empática en general.
- el día de su nacimiento como el de mayor disfrute de mí vida.
Porque cada maternidad es única. Cada quien irá armando su camino. En donde considero que lo más importante no será cuándo, ni cómo, sino con quiénes.
Hoy celebro ser mamá y abrazo a quienes cumplen ese rol de distintas maneras. Porque madres somos muchas personas. Y nos deseo libres, deseantes y respetadas.
Hoy y siempre: Feliz día Madres!
Qué otras sentencias escuchaste en relación a las maternidades?
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Imagen: feminopraxis.com
